Las elecciones (Nohlen)

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Por Antón R. Castromil / Contacto

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¡Ojo! El siguiente texto puede contener extractos literales de la obra de Dieter Nohlen que se cita al final del artículo. En esta web estamos en contra de la piratería y de la citación anónima.

Las elecciones constituyen la base del concepto democrático liberal. Según la teoría democrática liberal los líderes políticos de un país deben ser designados mediante elecciones. Sin elecciones, sin la abierta competencia por el poder entre fuerzas sociales y partidos políticos no hay democracia.

Las elecciones, en este sentido, son la fuente de legitimación del sistema político. Un gobierno surgido de elecciones libres y universales se reconoce como legítimo y democrático.

Las elecciones son también el elemento central de participación política en las democracias occidentales. Aunque las elecciones no son sino una forma de participación política entre muchas otras, su importancia es especial pues para la gran mayoría de la población representan el único instrumento de participación en el proceso político.

Además, en las elecciones, al contrario de lo que sucede con otras formas de participación, la desventaja que sufren los sectores socioeconómicos inferiores es mucho menor que en otras formas de participación más complicadas, activas y costosas.

Las elecciones ofrecen a la mayoría de la población la oportunidad de participar.

Las elecciones pueden ser interpretadas como un instrumento para:

1) Expresar la confianza del electorado en los candidatos electos

2) Construir cuerpos representativos funcionales

3) Controlar al gobierno

Son un método para otorgar el poder pleno a ciertas personas o grupos.

Funciones de las elecciones

En sociedades relativamente homogéneas, sin fracturas sociales o cleavages fuertes y sentidos, las elecciones pueden tener las siguientes funciones:

1) Legitimación del sistema político y del gobierno de un partido o coalición de partidos

2) Expresión de la confianza en personas y partidos

3) Reclutamiento de elites políticas

4) Representación de las opiniones e intereses del electorado

5) Ajuste de las instituciones políticas a las preferencias del electorado

6) Movilización del electorado en torno a valores, metas y programas políticos

7) Concienciación política de la importancia de ciertos problemas y sus soluciones

8) Canalización de conflictos políticos hacia medios pacíficos

9) Formación de una voluntad común políticamente viable

10) Estímulo de la competencia por el poder mediante programas políticos

11) Designación del gobierno mediante mayorías parlamentarias

12) Establecimiento de una oposición que controla al gobierno y es alternativa

En sociedades menos homogéneas con sistemas multipartidistas las elecciones sólo pueden cumplir algunas de estas funciones. Por ejemplo, la cuestión del ejercicio del poder no se resuelve en las elecciones sino posteriormente en negociaciones entre grupos partidistas.

Sin embargo, las elecciones competitivas servirán siempre como instrumento de legitimación democrática del poder.

La designación democrática de las autoridades políticas constituye, junto con los derechos de expresión, reunión, asociación y libertad de prensa, el principio fundamental de las democracias modernas.

Las elecciones, como ya hemos dicho, son la forma de participación institucionalizada más importante al tiempo que la forma de participación en la que se muestra menor grado de distorsión sociocultural.

Elementos constitutivos de las elecciones

Sufragio universal

Esta forma jurídica implica que, en principio, todo ciudadano tiene el derecho de elegir y ser elegido independientemente de su sexo, raza, lengua, ingresos o propiedad, profesión, estamento o clase social, educación, religión o convicción política.

Sufragio igual

Este principio implica que la influencia del voto de todos los electores es igual y no debe ser diferenciada en razón de propiedad, ingresos, capacidad impositiva, educación, religión, raza, sexo u orientación política.

El principio de sufragio igual es relevante también para la organización de las elecciones, especialmente en el ámbito de la distribución de las circunscripciones electorales.

Para que la igualdad cuantitativa de los votos esté garantizada se debe tener cuidado en la distribución de las circunscripciones electorales con el fin de lograr, por ejemplo, una relación lo más parecida posible entre la población y el número de disputados que van a ser elegidos.

Sufragio secreto

Este principio exige que la decisión del elector en forma de decisión de voto no sea conocida por otros. El principio de voto secreto se opone a todas las formas de emisión abierta (voto por escrito) o emisión pública (por mano alzada o aclamación).

La cabina electoral, las papeletas opacas, las urnas selladas… son elementos que intentan mantener el secreto del sufragio.

Sufragio directo

En las elecciones directas o inmediatas el elector mismo es el que determina a los titulares de los escaños en juego y en las elecciones indirectas o mediatas el cuerpo intermedio (colegio electoral) es previamente elegido y se encuentra entre el elector y los diputados.

Sin embargo, hay que elegir entre elección indirecta formal en la cual el colegio electoral está obligado a respetar el voto del elector primario, y elección materialmente indirecta en la que el colegio no tiene ese compromiso y elige a los titulares de los escaños según su propio juicio.

Sufragio libre

La libertad real de elección es una exigencia fundamental de toda elección porque sin ella no existiría. El acto de emisión del voto debe ser ejercido sin coerción y sin presión ilícita.

Referencia

– Nohlen, D. (1994): Sistemas electorales y partidos políticos. México. Fondo de Cultura Económica.

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