La democracia es un sistema de gobierno que surge en la modernidad, un momento histórico en el que la razón encuentra su mayor reivindicación. Es decir, prima en ella un componente liberal-ilustrado que destierra las emociones y coloca toda esperanza de promoción humana en la racionalidad…
En el siguiente vídeo podemos comprobar como el momento histórico en el que surge la democracia marca, en buena medida, su razón de ser. Al fin y al cabo, se trataba de romper con el dogmatismo y la sinrazón del denominado “Antiguo Régimen”.
Aunque el ideal democrático tiene mucho más que ver con lo racional que con lo sentimental, conviene que nos planteemos, como poco, las siguientes preguntas.
¿Resulta indicado desterrar las emociones de la práctica democrática? ¿Considerar lo sentimental como inconveniente? ¿Tachar siempre de asistémica cualquier apelación sentimental?
En realidad, se trata de un debate más amplio.
¿Cómo somos? Esta es la pregunta. Porque lo político no es sino una dimensión más de las diferentes actividades humanas.
Ampliando el foco de análisis quizá nos demos cuenta que lo político está conformado por lo que somos: razón y emoción.
¿O no? ¿Tú qué piensas?
¡Salud y ciencia!
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