Ganar perdiendo, perder ganando

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha ganado las elecciones europeas, autonómicas y locales celebradas el pasado domingo 26 de mayo. Pero, las sensaciones son otras: El PSOE ha salido victorioso, sí, pero con sabor agridulce. El Partido Popular ha perdido, también, pero con cierto regusto a victoria. Porque ser el partido más votado, en estos nuevos sistemas de partidos más plurales, no significa gobernar. ¿Cómo es eso? Te lo explicamos…

Ser el partido más votado no siempre equivale a victoria en los sistemas parlamentarios. Es decir, en aquellos lugares en los que los ciudadanos votan a una cámara legislativa (parlamento europeo, parlamento autonómico o corporación municipal) que será la encargada de investir al presidente de una Comunidad Autónoma o un alcalde, por ejemplo.

En los presidencialismos, en cambio, que se asocian, además, a los bipartidismos, el poder lo desempeña el que gana. Y no hay más. Pero en el caso español la cosa se complica.

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Y siempre cabe la posibilidad de que los ciudadanos terminen por llegar a la conclusión de que sus votos no terminan en gobiernos. Es decir, que la formación de un determinado ejecutivo, ya sea a nivel autonómico o local, depende más de los pactos entre partidos que de los votos de la gente.

Estrategias de comunicación política

La posibilidad de ser el partido más votado, ganar las elecciones, pero no gobernar ha sido explotado por muchos partidos como algo poco deseable. Como una forma de descrédito.

En el pasado la derecha española se refirió a esta posibilidad como “gobierno de perdedores” a raíz de la moción de censura de una mayoría del Parlamento al ex presidente Mariano Rajoy.

Y ahora mismo, el PSOE, está haciendo circular la idea de que ellos han ganado y que no van a dar por perdido nada, ya que han sido ellos los ganadores. La presión sobre Ciudadanos, para que se aleje del Partido Popular y, sobre todo, de Vox, está aumentando.

Ganadores y perdedores del domingo

No cabe duda que el pasado domingo ganó el PSOE y perdió el Partido Popular. Que Ciudadanos no logró sustituir al PP como partido referente de la derecha y que Unidas Podemos confirma su decadencia.

Esto dicho, así, en general.

Sin embargo, conviene hilar más fino: El PSOE gana en el conjunto, pero es probable que pierda los gobiernos de Madrid o Aragón, pero ejemplo. A pesar de ser la fuerza política más votada.

El PP salió derrotado de las elecciones, pero la noche del domingo se pegó una buena fiesta celebrando la más que posible reválida del gobierno autonómico de Madrid y la recuperación del ayuntamiento de la capital.

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En ambos casos el PP perdió un número muy significativo de votantes. Pero, sin embargo, la aritmética parlamentaria, con posibles pactos con Ciudadanos y Vox, puede darles el poder. Como le sucedió al presidente andaluz, Juanma Moreno, que, con unos resultados francamente malos, ha sido capaz de encabezar el ejecutivo autonómico en la región más poblada de España.

Cosas de la política.

A mayor presentatividad, mayor independencia de las elites políticas

De este modo, la moraleja final podría apuntar a que un aumento de la pluralidad desconecta el voto de los ciudadanos con la formación de los gobiernos.

En muchas ocasiones hemos oído hablar de lo “poco representativo” que es el sistema electoral español. Ahora vemos que también puede ser todo lo contrario. La incidencia del sistema existe, pero las dinámicas sociales parecen ir por delante.

El sistema permite la existencia de un buen número de partidos. Es decir, que más sensibilidades sociales entren en las cámaras legislativas, para que, de este modo, se conviertan en un mecanismo de representación social más refinado.

Pero ello contiene la contraindicación que venimos señalando aquí: que la formación de los gobiernos, cada vez más, dependa de las negociaciones entre partidos, de forma más o menos independiente a las preferencias de la mayoría de los ciudadanos.

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Vosotros que preferís, ¿la opción A o B?:

A) ¿Mayor conexión voto-formación de gobierno, a costa de una menor representatividad del sistema?

B) ¿Un sistema más representativo y plural a costa de una menor conexión voto-formación de gobiernos?

Las dos cosas no se pueden tener o, cuanto menos, hagamos lo que hagamos, siempre tendremos un cierto sesgo hacia la opción A o la B. ¡Mecachis en la mar salada!

¡Salud y ciencia!


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