La lucha de las mujeres por alcanzar la igualdad plena con sus compañeros los hombres es una batalla aún en desarrollo. ¡Y lo que queda!. Muchos son los enemigos de la causa, agrupados en el denominado patriarcado. Estos días he andado un tanto pensativo sobre el tema. No es un asunto menor. ¿Soy machista? Considero que no, sin embargo, la muy “gamberra” barbijaputa me ha hundido en un mar de dudas. Mecachis. Lejos de guardarle rencor, se lo agradezco…
Seguramente si eres hombre a tí también te ha pasado. Tienes una visión progresista de la sociedad y de la justicia. Cierto. Y, por ello, crees que contigo no va eso de ser machista. Lo dejamos para otros hombres, abiertamente hostiles hacia las reivindicaciones de las mujeres. Hay muchos de esa calaña, por supuesto. E, incluso, habrás entrado en agrias discusiones con ellos. Enfados de por medio. Te sientes bien, en paz contigo mismo.
Sin embargo, el libro Machismo. 8 pasos para quitártelo de encima de la columnista de eldiario.es que firma bajo el misterioso pseudónimo de Barbijaputa me ha descolocado. Ha echado por tierra todos mis orgullos de hombre “igualitarista”. No me queda más remedio que reconocerlo. Soy machista.
Leyendo las diferentes etapas en las que un hombre mantiene, a veces sin ser muy consciente de ello, actitudes machistas-patriarcales, me he visto reflejado. Me cago en la mar salada. Lo gilipollas que uno puede llegar a ser sin darse cuenta.
Antes de seguir autoinsultándome que, por otra parte, no os penséis, es un deporte muy sano, echad un ojo al siguiente vídeo, donde hablo un poco más del libro de marras.
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Así que podemos entender el libro de barbijaputa como una oportunidad para que los hombres con sentido de la justicia despertemos. Un toque de atención sobre nuestros actos del día a día. Porque si algo propone el feminismo -del que desde aquí nos declaramos partidarios y colaboradores- es un acto de rebeldía. Un decir no al patriarcado. Y ese decir no y pretender cambiar las cosas comienza dentro de nosotros mismos.
¿Cómo vamos a proponer un profundo cambio social si las injusticias de esa misma sociedad habitan dentro de nosotros? Si, muchas veces de forma inconsciente, los hombres progresistas reproducimos patrones de comportamiento contrarios a nuestras creencias.
El libro consiste en un compendio de comportamientos masculinos que, muchas veces, pasan desapercibidos pero que están haciendo daño a las mujeres. Comportamientos que conocemos de sobra pero que, por pura vagancia o por descuido, aparcamos en el fondo del baúl de la memoria. Debajo del todo de nuestras prioridades.
Barbijaputa nos invita a reestructurar esas mismas prioridades, a localizar nuestras “machiruladas” y a vivir vigilando nuestros actos. Porque, no nos engañemos, lo que hacemos -mucho antes que lo que decimos- constituye lo que somos.
Y yo no quiero ser machista, pero lo soy. Va a ser jodido. Pero más jodidas están ellas.
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