El dilema de Ciudadanos

¿Qué debe hacer Ciudadanos? ¿Qué le conviene más para sobrevivir en un entorno que, cada vez, se vuelve más hostil? ¿Unirse a PP y Vox en muchas alcaldías y comunidades autónomas de España y permitir un gobierno de derechas? ¿O hacer lo propio con el PSOE, ganador de las elecciones, y apostar por el centro-izquierda? Haga lo que haga, la decisión no deja de implicar costes

En la entrada del post de hoy vamos a intentar meternos en la piel de Ciudadanos. Es algo que muchas veces no hacemos, sobre todo si el partido en cuestión no es de nuestro agrado. Si no es nuestra opción electoral, vamos.

Pero aquí vamos a intentarlo. Lo primero que hay que decir es que la situación en la que se encuentra Ciudadanos es complicada. De los grandes actores de la política española es el que peor lo tiene. O, por lo menos, el que ha de tomar ahora mismo una decisión trascendental. Veamos:

El PP está a aguantar como sea e intentar gobernar, a pesar de que sus resultados del pasado 26 de mayo fueron francamente malos. Se puede ganar perdiendo.

El PSOE ha ganado, pero necesita apoyos en casi todos los sitios: en el parlamento central, en muchas comunidades autónomas y ayuntamientos tan importantes como Madrid. Se puede perder ganando.

Imagen de Alexas libre de derechos

Vox lo tiene clarísimo. A ir contra la izquierda, allá donde se encuentre. Y a influenciar en lo que se pueda, incluso a Ciudadanos, con los que parece que empiezan a entenderse.

Podemos, a intentar entrar en el gobierno central y a prestar apoyos al PSOE en aquellos lugares en los que sus votos son relevantes. ¡Ya nadie se acuerda del posible sorpasso de 2016! ¡Qué rápida es la política en los tiempos que corren!

La patata caliente, en las manos de Ciudadanos

Como os digo, la situación del partido de Albert Rivera no es fácil. Abramos tres escenarios posibles.

Escenario A: Cs se alía con PP y Vox. Aquí la política de bloques adquiere toda su dimensión. Porque, una política intra bloques solo sería factible si Cs ocupa el centro y se acerca a la izquierda moderada.

Los costes de este escenario tienen que ver con ahuyentar al electorado moderado de Cs. Dejar de ser un partido liberal, tal y como advierte un día sí y otro también un Manuel Valls, que se está transformando en la mosca cojonera de Rivera.

Pero, además, buena parte de sus votantes, aun no viendo mal el pacto, pueden llegar a la conclusión de que si Cs va a pactar con PP y Vox mejor pasarse directamente al Partido Popular.

Es decir, el escenario A puede implicar fugas de votos por ambos lados: los moderados espantados de ir junto a Vox; y los conformes con el pacto, que pueden llegar a preferir más el original (PP) que la copia (Cs).

Estas tres jirafas son partidarias del Escenario A. Imagen de Christine Sponchia libre de derechos

Escenario B: Cs se niega en redondo a pactar con el PP, con Vox como socio. Para que esto suceda habría que tensar mucho la cuerda y correr dos riesgos importantes: que el PSOE gobierne en muchas arenas electorales y/o que se repitan algunas elecciones.

Ambas circunstancias no parecen buenas para Cs y la comunicación política de PP y Vox ya se encargaría de recordárselo machaconamente a los ciudadanos si se diese el caso.

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Parte del electorado de Cs, asustado por la ingobernabilidad, podría huir hacia el PP (pero quizá también hacia el PSOE) ante la evidencia de que su partido se ha convertido en un lastre para formar gobierno.

Escenario C: Podemos resumirlo como “un poquito de esto, un poquito de aquello”. Dependiendo de las circunstancias, Cs podría facilitar gobiernos del PP (y Vox) en algunos lugares y del PSOE en otros. Que gobierne el PP en Madrid y el PSOE en Castilla y León, por ejemplo.

Parece lo más factible. Aunque si hubiese que poner dinero encima de la mesa yo apostaría por el opción C más bien sesgada hacia la A.

Hay que tener en cuenta que lo que más pesa en Cs a la hora de dar apoyos no es ya la regeneración democrática (corrupción). Algo que, en origen, era lo más importante en la formación de Rivera.

Ahora lo más importante es la unidad de España, como si de un nuevo UPyD se tratase. Por ello, puestos a hacer un pacto intra bloques ideológicos, me parece más factible en Castilla y León que en Barcelona, por ejemplo.

¿Cómo lo veis vosotros?

¡Salud y ciencia!


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-Imagen de portada de Arek Socha libre de derechos

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