¿No os da la sensación de que nos encontramos justo en el lugar que tanto deseaba la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso? Los resultados electorales en Castilla y León del pasado domingo colocan al Partido Popular en una situación difícil: ha ganado, desde luego, pero a costa de unir su destino a un socio peligroso: la ultraderecha de VOX…
Cambiar Ciudadanos por VOX no parece un buen negocio. Espinoso recorrido diría yo. En este sentido, el adelanto electoral patrocinado por Alfonso Fernández Mañueco, no ha resultado. La idea era dar el descabelle a Ciudadanos, ya herido de muerte, y tomar todo el poder.
No ha sido así.
La política, una vez más, se ha tornado un tablero de ajedrez. Y ha habido enroque. El rey permanece, pero la torre cambia. Mañueco sustituye a un Ciudadanos dúctil, ruinoso, acomplejado, suave, pesebrista; por un VOX altanero, con la moral cerca de la luna, pensando en un programa de máximos, exigiendo desde ya una vicepresidencia.
El PP tenía el gallinero controlado. Co co co co co. Pero le ha abierto la puerta al lobo.
Es cierto que los de Pablo Casado consiguen en Castilla y León cosas interesantes. Debilitan al PSOE y se deshacen de los dos partidos que, hace no mucho, habían puesto patas arriba el país. Ciudadanos y Podemos confirman que su tos huele a enfermo terminal sin mascarilla.
Pero el Partido Popular debe mostrar cuál es su proyecto de país si quiere desalojar a los “radicales de La Moncloa”, en alusión al gobierno «social-comunista» de PSOE y Podemos. Y ese proyecto de país pasa, más que nunca, por mostrar su capacidad para formar gobiernos.
No estamos ya en un país de mayorías absolutas.
El avispero castellano-leonés sirve, sobre todo, para poner algunas cartas boca arriba. Si no es posible un gobierno en solitario como los de antes, ¿qué se va a hacer el PP?
La presidenta madrileña, también del PP, y en abierta lucha por moverle la silla a su líder nacional, lo tiene claro. Cristalino. El PP debe arrimarse a VOX. A ella sí le salió bien la jugada que el domingo le estalló en los morros a Mañueco. Por mucho que sonría en las fotos, el presidente castellano-leonés tiene la cara llena de pupitas.
Isabel Díaz Ayuso, así, vuelve a marcarle el camino al PP en dirección a VOX. A poco que el presidente Pedro Sánchez consiga un buen resultado en las próximas elecciones y Pablo Casado se quede a medias habrá lluvia de cuchillos en la derecha española.
Parece que el plan Casado-García Egea se frena aquí y no habrá adelanto en Andalucía. Las elecciones las carga el diablo. O Ayuso, que para Casado lo mismo es.
¿Cómo lo ves tú?
¡Salud y ciencia!
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Imagen de portada de jcbeni libre de derechos
Yo creo que el adelanto electoral ha sido una clara derrota para el PP y una gran victoria para VOX porque saben que ahora serán decisivos para la investidura. La derrota también perjudica mucho a Pablo Casado ya que va a desencadenar en una guerra civíl entre Génova y Ayuso que probablemente destrone de la dirección del partido a Casado
Muy de acuerdo contigo, Alejandro. Además, la guerra total dirección del partido – Ayuso ya ha comenzado! Seguiremos analizándolo por aquí, gracias por comentar!!!